El proceso del GIC (Galvanizado por Inmersión en Caliente/ General/ por Lote)
El proceso del GIC es aquel en el que las piezas de hierro o acero son sumergidas en un baño de Zinc fundido con el fin de formar un revestimiento que sea resistente a la corrosión. Este se compone de varias capas de la aleación Zinc-Hierro. Mientras el acero se encuentra sumergido en el zinc, ocurre una reacción metalúrgica entre el hierro presente en el acero y el zinc fundido. Esta reacción se lleva a cabo mediante un proceso de difusión y el recubrimiento crece de manera perpendicular a la superficie de la pieza que se galvaniza generando un espesor uniforme por toda la superficie del artículo.
El proceso del GIC (Figura 1) se ha utilizado desde 1742, proporcionando protección muy duradera y libre de mantenimiento contra la corrosión a un costo razonable. Aunque el GIC ha sido utilizado para proteger al acero durante generaciones, dicho proceso continúa evolucionando con nuevas tecnologías y una parte química muy innovadora y creativa. Los tres pasos principales en el proceso del GIC que se revisarán a detalle son: la preparación de la superficie, el galvanizado y el post-tratamiento. El proceso es inherentemente simple, esto le da una ventaja clara sobre otros métodos de protección contra la corrosión.
La Figura 2 muestra una serie de estructuras de acero con evidencia visible de corrosión. El óxido y la corrosión resultan costosos para los propietarios y los usuarios-contribuyentes. Los edificios, carreteras, puentes, etc., que se deterioran, son costosos de reparar, y sin una protección adecuada contra la corrosión, requieren mantenimiento frecuente, y en el peor de los casos, la estructura debe ser demolida y reconstruida. Con el fin de contribuir al desarrollo sostenible, las estructuras deberían de especificarse y garantizar una alta durabilidad, además de no requerir mantenimiento durante el tiempo de vida útil, así, estaremos obteniendo beneficios tanto económicos, como medioambientales.